El envejecimiento no disminuye el interés sexual de la mujer o su potencial para responder sexualmente si su condición de salud es buena.
Aun cuando los cambios fisiológicos específicos ocurren, no aparecen ni abruptamente ni de la misma manera en cada mujer.
La sensibilidad a la estimulación de los senos continúa aún cuando no hay un aumento de los senos como respuesta a la excitación inicial. Hay menor elasticidad y lubricación vaginal. Lo último puede mejorarse con gel como K-Y. La tensión muscular es menor también.
En el caso de los hombres la producción de esperma disminuye desde los 40 años en adelante, la producción de testosterona no disminuye sino entre los 55 y los 60 años.
Algunos hombres experimentan la andropausia. Esta se manifiesta por debilidad, cansancio, apetito disminuido, descenso del deseo sexual, reducción o pérdida específica de la potencia sexual, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Esto ocurre debido a los niveles disminuidos de testosterona y puede mejorarse con inyecciones de la misma hormona. Es importante señalar que la mayoría de los hombres no experimenta esta condición.
La respuesta sexual del hombre cambia después de los 55 años:
- Toma más tiempo y requiere de mayor estimulación para alcanzar una erección
- Las erecciones son menos firmes
- Los testículos se elevan en menor cantidad y parcialmente
- La cantidad de semen se reduce y la intensidad de la eyaculación se ve disminuida
- Hay menos necesidad de eyacular
- El período refractario o sea el intervalo entre una eyaculación y la siguiente es mucho más prolongado.
Nuestro negativismo cultural no nos permite tolerar la idea del romance y el sexo en los años dorados. Realmente es un prejuicio en contra de los adultos mayores similar a otros prejuicios como el racismo y el sexismo en la sociedad.
La sociedad tiende a ver un estereotipo del adulto mayor: rígido, aburrido, parlanchín, senil, moralmente desfasado, sin habilidades, sin uso y muy poco valor social.
Muchos adultos en general disminuyen la frecuencia en su actividad sexual, pero no así sus patrones de actividad sexual. Muchos adultos mayores recurren a otras prácticas de sexo no coital como la masturbación (particularmente los que no tienen pareja) y el sexo oral, aun cuando no se alcance un orgasmo.
No es entonces extraño encontrar parejas de adultos mayores teniendo relaciones sexuales a los 60, 70 u 80 años. Debemos añadir también que la condición de viudez que se experimenta durante este período de la vida hace que en ausencia de la pareja el adulto mayor no busque otra pareja, ya que la sociedad se burla de ellos por cuestiones de edad. Se piensa que sólo los jóvenes requieren de mantener una vida sexual activa. Otro grave error
Extraido de : www.prensa.com
LA SEXUALIDAD EN LOS AÑOS DORADOS |
Por: Lourdes Berrocal de González Terapeuta familiar y de pareja |